Hay quienes prefieren hacer un delicioso café sin la necesidad de acudir a aparatos eléctricos. Incluso excluyen de la preparación los filtros (papel o tela). Sabemos lo que está pasando por tu cabeza: ¿Qué método se utiliza? La candidata predilecta es la popular prensa francesa, o cafetera de émbolo como también se le conoce dentro del mundo cafetero.
Además de ser un modo de preparación sostenible, también se caracteriza por aportar un café intenso y aromático. Esto sin pasar por alto que resulta bastante asequible para cualquier bolsillo, por lo que se hace mucho más interesante para los consumidores.
Así como en la actualidad podemos toparnos con un sinfín de patentes, modelos, tamaños y nombres, también conseguiremos numerosas historias relacionadas a sus orígenes. Es por ello que nos enfocaremos en compartir las versiones más acertadas sobre uno de los dispositivos más eficaces a la hora de hacer una buena taza.
¿Cuál es el verdadero origen de la prensa francesa?
El primer modelo de esta técnica de preparación consistía en no sellar una jarra por completo. Por lo tanto, no tiene similitud con el diseño que conocemos en la actualidad. Esta innovación, fue patentada por los franceses Mayer y Delforge, en 1852. Ahora bien, para 1929, los italianos Attilio Calimani y Giulio Moneta, patentaron una prensa francesa muy parecida al modelo actual.
El suizo Faliero Bondanini, se encargó de lanzar al mercado y patentar el diseño más exitoso en 1958. De hecho, en Francia (país donde fue fabricado) se le conocía bajo el nombre de ‘Chambord’. La popularidad de aquel dispositivo en Francia, fue lo que le adjudicó a la cafetera su identidad francesa.
Posteriormente, Bondanini decidió conquistar el mercado del Reino Unido con su Chambord, como ‘La cafetera clásica’. Tiempo después la reconocida empresa Bodum se convirtió en el distribuidor oficial de Chambord en Dinamarca, y que luego adquirió los derechos de su nombre y los de la compañía.
Sin embargo, ‘La Cafetiere’ siguió perteneciendo a sus propietarios originales. Desafortunadamente, en la actualidad Bodum y La Cafetiere, tuvieron conflictos legales surgiendo una guerra sobre el control de los mercados fuera de Europa. También tuvieron otros problemas relacionados con las patentes de los diseños.
¿Pero es de origen francés o italiano? Esta es una respuesta que aún sigue siendo tema de debate. Es un poco difícil determinar el origen de la prensa francesa. Pero esto no es impedimento para que todos estemos de acuerdo en que es uno de los modos de preparación más sencillos y eficaces a la hora de hacer un buen café. Claro, siempre y cuando sepas utilizarla adecuadamente.
¿Qué es una prensa francesa y para qué sirve?
Es posible que, entre tanta variedad de cafeteras te sea algo difícil lograr diferenciarlas. Pero la prensa francesa es una de las más fáciles de identificar ya que se trata de un artefacto de inmersión completa, con un filtro de malla metálica.
Este último, se encarga de aportar una extracción viscosa, con mucho cuerpo y un aumento en la textura. Se debe a que la mayoría de los aceites, quedan en la extracción final, así como menos partículas de café.
Si eres de los que disfrutan de la sensación arenosa en su taza, entonces la prensa francesa es la opción indicada. El resultado es un café con cuerpo y de sabor intenso.
Contar con la habilidad de controlar cada factor durante la preparación de la bebida, tales como: la molienda, la temperatura del agua y el tiempo de extracción, serán un plus para ajustar el café a tus preferencias.
Prepararlo de la forma correcta, nos permitirá disfrutar al máximo de los matices del aroma y los sabores característicos del café que utilices.
¿Cómo funciona la prensa francesa? Te enseñamos a usarla
Ya que hemos terminado con la teoría, ha llegado el momento de introducirnos a la práctica. Y es que, en breve, te enseñaremos cómo usar la prensa francesa y no morir en el intento. Por lo que, te revelaremos cuales son esos puntos que debemos tener en cuenta cuando vayas a preparar tu café.
Molienda para prensa francesa, ¿qué tipo de café necesitas?
Es imprescindible utilizar el tamaño adecuado para conseguir óptimos resultados. Para ello, te recomendamos usar un molino de muelas cónicas, y no uno de aspas, debido a que, es así como los granos se moverán mucho mejor y evitarán una sobre extracción.
Dicho esto, elige uno de nuestros cafés en grano de calidad para molerlo al momento y disfrutar de un café exquisito. La molienda que debemos colocar en nuestra prensa francesa debe ser bastante gruesa, similar a los gránulos que vemos en la arena. Si piensas que esto podría ser un problema, pues, resulta ser todo lo contrario.
Un dato interesante, sobre las cafeteras de filtro metálico, es que por lo general, siempre se cuelan algunas partículas finas del café, aportando una taza excesivamente arenosa.
Cantidad de café para prensa francesa
Poner la dosis correcta, es una de las cosas más sencillas. El truco consiste en los mililitros de agua, divididos por los de café que vayas preparar. Es decir, lo más común es 1:15 (15 gramos de café molido) por 225 ml de agua.
Lo recomendable es comenzar con esta dosis, y posteriormente, añadir más café o colocar menos agua para ajustarlo y dar con la preparación que más se adapte a tus gustos.
Controlar la temperatura del agua
Este es uno de los factores esenciales, que se puede experimentar dependiendo del sabor. El primer paso consiste en calentar el agua durante unos 45 segundos, hasta que alcance el punto de ebullición, para que pueda llegar a los 90°C (195 °F).
Si quieres controlar de manera más exacta la temperatura del agua, te aconsejamos usar una tetera tipo cuello de ganso o cisne.
Tiempo de extracción para prensa francesa
En Incapto te aconsejamos un tiempo de extracción ideal entre los 3 y 5 minutos. Si utilizas un café de tueste oscuro, no te pases de los 5 minutos. Pero si se trata de un tueste claro, los 3 minutos no suelen ser suficientes.
El punto de extracción adecuado serían 4 minutos.
Proceso de extracción, ¿cuánto tiempo debes dejar el café en la prensa francesa?
Ha llegado la hora de añadir el café molido, en la jarra precalentada. Después, procede a añadir lentamente el agua, procura humedecer todas las partículas. Coloca el doble de agua que de café, para la pre-infusión. Por ejemplo, agrega 15 gramos de café, junto con 30 gramos de agua.
Te recomendamos mezclar de forma sutil y pasados los 30 segundos, agrega el resto del agua y pon el émbolo en la jarra (trata de no bajarlo). Déjalo actuar durante unos 4 minutos, y por último baja el émbolo hasta el fondo lenta y delicadamente.
Ahora, comienza a servir la bebida con mucho cuidado (sin agitar el café que queda en la parte superior).
Como verás la prensa francesa es uno de los métodos de preparación más sostenibles. Esto sin pasar por alto que es capaz de aportar una exquisita taza de café, que nos sienta de maravilla para iniciar con buen pie nuestra jornada.
Si tienes una en casa y no le das mucho uso, te invitamos a intentarlo y jugar un poco con las variantes anteriormente explicadas. Conviértete en todo un experto y sorprende a tus seres queridos.
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