A todos nos encanta disfrutar del café en cualquiera de sus presentaciones, desde un espresso bien cargado, un capuccino o latte macchiato para pasar una tarde increíble, o incluso en sus versiones frías (batidos) y así combatir los efectos del verano. Es imposible no salir de la rutina con nuestra bebida favorita, pero hay una preparación deliciosa, capaz deleitarnos, se trata del carajillo, uno de los más populares por su combinación de café y licor.
Como la despedida del verano está a la vuelta de la esquina, el carajillo, podría convertirse en la mejor opción durante los próximos meses ¿Por qué estamos tan seguros? Resulta que, además de encantar a nuestro paladar, también nos ayudará a calentarnos. Esto se debe a que normalmente la receta incluye ron, brandy o whisky. Posteriormente se sirve flameado, que es cuando se quema la bebida, para eliminar los niveles de alcohol y conservar su aroma y sabor en la bebida.
Si hasta ahora nunca habías oído hablar de este increíble café o simplemente, te gustaría conocer más sobre él, desde sus orígenes y cómo prepararlo desde casa, Incapto Coffee, te invita a seguir leyendo y averiguar todo lo referente al carajillo.
¿De dónde proviene el carajillo?
Todo apunta a que el carajillo nació en Cuba cuando esta era colonia española, a mitad del siglo XIX, durante la guerra. Los soldados, para aliviar la tensión y tranquilizarse, acostumbraban a mezclar productos que estaban a su alcance. En ese caso eran, azúcar, ron o brandy y por supuesto el café.
Cuando hacían esta mezcla, se percataron que sus cuerpos inmediatamente se calentaban y automáticamente se sentían bien. Esta bebida que los hacía mucho más valientes, recibió el nombre de “Corajillo”. Sin embargo, con el paso del tiempo las personas empezaron a llamarlo carajillo y es así como se le conoce actualmente.
Pero esta no es la única teoría sobre el nombre de dicho café. Ya que, Wikipedia detalla que en la estación de Francia-Barcelona, los arrieros que esperaban pacientemente el turno de carga, hacían una peculiar petición. Ellos no pedían café y copa, pues preferían que se lo mezclaran diciendo lo siguiente: “que ara guillo”. Lo que significa que ahora me voy, en catalán. Es ahí donde surge la apócope “caraguillo” y posteriormente lo que conocemos hoy en día como carajillo, a raíz de la desviación fonética.
Sea cual sea el origen de su nombre, este café se extendió por toda España, de hecho en todas partes podemos ver en la carta de bares, restaurantes y cafeterías un carajillo.
¿Qué es el carajillo?
Tal como hemos explicado más arriba, el carajillo es un café que se caracteriza por tener una importante presencia de cualquier tipo de licor, bien sea ron, whisky o brandy. Otra de las características que le distingue, es que el alcohol que contiene esta bebida es flameado. Esto probablemente sea el toque español, con el deleitamos al mundo.
Es posible que en algún momento hayas visto a la gente mayor con un carajillo en mano durante los partidos de fútbol. De hecho, la mayoría iba a la cantina del estadio para degustar este delicioso café y a la vez, hacerle frente a las bajas temperaturas.
Lo más impresionante de esta mezcla de café y licor, es que no es la primera vez que se hace, incluso se remonta a los años setenta u ochenta del siglo pasado. Un ejemplo de ello es el café irlandés. Una bebida de origen humilde que continúa deleitando los paladares más exigentes.
¿Tiene una preparación complicada?
Hacer un carajillo no es nada difícil, pues se trata de combinar café caliente y cualquier bebida alcohólica. Normalmente se utiliza brandy, pero no pasa nada si tienes cualquier otro. Al momento de servirla solo debemos buscar un vaso pequeño y ¡listo!
Este tipo de café suele beberse después de comer o durante la sobremesa. En cuanto a su preparación, resulta ser lo bastante sencilla y en breve te explicaremos. Si deseas prepararlo en casa debes contar con los siguiente:
-Una taza de café espresso o negro, recién hecho
-59 ml de brandy o cualquier otro licor
-Una cucharadita de azúcar morena o blanca
Ahora ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. La preparación es la siguiente:
-Lo primero que debemos hacer es elegir el licor (el que más nos guste). Con respecto a la cantidad, esto va a variar dependiendo si te gusta más o menos cargado. En pocas palabras, que tenga más sabor a licor o esté prácticamente ausente. Los expertos de Incapto Coffee, aconsejan colocar un tercio de alcohol por dos tercios de café.
-Si tienes dudas con respecto al licor a utilizar, no te preocupes, ya que puedes elegir entre: Brandy, coñac (el más tradicional), whisky, ron, anís, aguardiente u orujo, baileys, licor de hierbas, entre otros. Como verás tienes de donde escoger.
-Con respecto al azúcar, se puede añadir al gusto.
-En la preparación tradicional, se calienta primero el licor y posteriormente, se le coloca unos granos de café. Así como una corteza de limón y azúcar.
-Hay quien también utiliza canela en rama, esto le da un toque delicioso a la bebida.
-Una vez listo todos los pasos anteriores, procedemos a flamear la bebida, que es cuando se le prende fuego, con el objetivo de bajar los niveles de licor. Con esto también conseguimos que los aromas se mezclen y resalten.
– Para apagar el fuego se pone el platillo o un vaso de cristal sobre la taza, hasta que se quede sin oxígeno.
¿Cómo preparar el café?
Con respecto al café. Podemos prepararlo en cualquier cafetera que tengamos en casa (moka, filtro, americana o superautomática). En hostelería, es común hacerlo en una máquina de espresso.
-Cuando tengamos nuestro espresso listo, procedemos a servirlo en un vaso o taza de cristal pequeña.
-Es fundamental servirlo bien caliente.
-Lo ideal es añadir primero el licor, y el café no se vierte directamente, sino sobre el dorso de una cuchara. Con esto se consigue que no se mezclen los líquidos, debido a que tienen diferentes densidades.
Pues esta es una de las formas más básicas y simples de preparar el carajillo. Como es de esperar, esta bebida es solo apta para mayores de edad, debido a su contenido alcohólico. Al mismo tiempo te aconsejamos tener mucho cuidado al momento de prepararlo, para así evitar alguna quemadura mientras flameamos (quemamos) la bebida.
Fuentes
