Existen en el mundo diversos tipos de granos de café que dan lugar a esa maravillosa bebida capaz de caldear corazones y mañanas frías por igual. El café es una parte esencial de una gran cantidad de culturas en todo el planeta, y sus distintos tipos nos pueden decir mucho de aquellos que los consumen.
Si nos preguntamos qué es el café robusta, hablamos de la segunda variedad más extendida globalmente: de cada diez tazas de café puestas en el mundo ahora mismo, cuatro son de café robusta.
¿Qué es el café robusta?
El café robusta, de nombre científico Coffea canephora, es una de las especies de café más utilizadas y producidas. De hecho, representa casi el 40% de la producción mundial de café.
Una de sus mayores bazas, además de su característico sabor y aroma más intensos, es que se trata de un cafeto de producción más económica y estable que la de la variedad arábica debido a las características del cafeto, que además se cultiva habitualmente a menor altitud, lo que también propicia un precio más accesible y el desarrollo de su grano, más denso y de sabor característico.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la inmensa mayoría de cafés que se comercializan como robusta no son de esta variedad al 100%, pues su sabor es demasiado intenso para ello y suele mezclarse.
Origen del café robusta
El café robusta es originario de África, concretamente del antiguo Congo Belga. Su plantación se extendería desde el año 1900 por todo el continente africano, sobre todo por África Central y Occidental, hasta traspasar sus fronteras para llegar hasta el sudeste asiático y a zonas de América del Sur.
Este cafeto proviene, concretamente, de los bosques tropicales cercanos a la media luna del casi mítico Lago Victoria, que tanto nos ha enseñado acerca de nuestros orígenes.
A partir del siglo XX, el café robusta empezó a producirse en mayor escala en el sudeste asiático, a causa de que una gran plaga de roya de la hoja acabase con los cultivos de Java y Ceilán.
Características del cafeto de robusta
Por lo general, el café robusta, al ser una de las variedades más utilizadas para el consumo de café, se compara con la variedad más valorada y, por lo tanto, también más cultivada: el café arábica. Teniendo esto en cuenta podremos decir cuáles son sus características principales a la de diferenciar su cultivo.
El cafeto de robusta es mucho más grande que el cafeto de arábica. Del mismo modo, y por esta razón, su crecimiento es mucho más rápido y resistente, tanto a las plagas y enfermedades como a las variaciones del clima.
La planta presenta unas hojas de gran tamaño, anchas y de color verde pálido bastante característico, así como sus flores de color blanco que desprender un agradable aroma. Asimismo, en comparación con el cafeto de arábica, el robusta necesita de una polinización cruzada, ya que no puede polinizarse con su propio polen, para conseguir reproducirse.
En cuanto al fruto, el café arábica presenta cerezas de café más pequeñas pero más numerosas que la variedad arábica. Estas maduran tras unos 10 u 11 meses, concretamente dos meses más que en el caso del café arábica.
Por último, uno de los motivos de que sea una de las variedades de café más cultivadas, el cafeto de robusta produce café de manera más constante y prolongada, cosa que lo dota como una de las variedades más rentables.
En Incapto contamos con el Café Strong Blend, un café que tiene un 20% de robusta. Se trata de una mezcla perfecta para los amantes del café más intenso y más amargo.
Propiedades del café robusta
Ahora que empiezas a tener una buena base sobre el café robusta, sobre todo en cuanto a origen y cultivo, podrás valorar las propiedades de esta variedad de café para tu consumo diario.
Un punto importante a la hora de adquirir café robusta es que, al contrario de como sucede con el arábica, no podrás adquirir un producto que tenga como base un 100% de robusta en su preparación y tiene su explicación. Esto se debe a que el sabor del café robusta es muy intenso, una vez molido, suele mezclarse para evitar ese toque denso y terroso. Otro motivo fundamental por el que el café robusta siempre se presenta como mezcla es su alta concentración de cafeína; nada menos que 2,5%.
Sin embargo, el robusta es una de las variedades más utilizadas a la hora de preparar tanto café expreso como cappuccino e incluso latte, gracias a su facilidad para producir lo que se conoce como crema de café.
El café robusta tiene, como ya hemos comentado, un sabor mucho más intenso que puede ser algo fuerte o demasiado amargo para según qué tipo de paladar.
Por último, esta variedad es considerada de manera general de peor calidad debido a que suele contener metales pesados, nada beneficiosos para el organismo. Por esta razón, se recomienda siempre asegurarse de que la proporción de café robusta no suponga, en ningún caso, más del 20% del total de la mezcla de robusta café.
De todos modos, en Incapto abogamos por el consumo de café Arábica por encima del Robusta por varios motivos:
- El arábica contiene menos cafeína que el robusta.
- Su sabor es más dulce, gracias a la cantidad de azúcar natural que contiene.
- Es más rico en aceites esenciales y, por tanto, más nutritivo.
- El café arábica es más rico en antioxidantes, por lo que resulta más saludable para el organismo.
- Entre otros motivos.