Es muy probable, que en los últimos tiempos hayas escuchado sobre las cáscaras de café. Las mismas a las que se desechaban en el pasado, porque no encontraban un lugar para ellas, en el mundo de la especialidad. Y ahora, la historia ha dado un giro de 90 grados, ya que, además de ser un producto popular, también funciona como base para infinidades de bebidas.
Cada vez son más los que investigan diversas técnicas de procesamiento. Así como ir descubriendo sus propiedades, métodos de preparación, mezclas, variedades, por nombrar algunos. En pocas palabras, se ha convertido en un producto indispensable dentro del gremio cafetalero. Claro, esto sin dejar de lado al favorito de todos, el café.
Si llegaste hasta este punto, es porque tienes curiosidad de saber más de las cáscaras de café. Empezando por lo que realmente significan y qué han visto en ellas para hacerlas tan populares, no solo en las tiendas de café de especialidad, sino también en varias partes del mundo.
Conoce su historia
Aunque algunos piensen que se trata de una novedad, lo que no saben es que, todo comenzó hace muchos años atrás en Yemen y Bolivia. Sin embargo, es algo completamente nuevo en el mundo occidental.
Si tenemos que darle las gracias a alguien, por darle valor a las cáscaras sería a Aida Betlle. Ella, hace más de una década, tras descubrir su fuerte olor floral, mientras caminaba cerca de donde las tenían expuestas al sol, al percatarse de qué se trataba, tomó la decisión de catarlas.
Para ello, la salvadoreña, que es dueña de una finca en su país natal, procedió a recogerlas, y sumergirlas en agua caliente, dando por resultado una bebida de sabor peculiar, pero agradable. Al estar frente aquel tesoro enseguida decide compartirlo con sus tostadores más aventureros.
¿Qué son las cáscaras de café?
Las cáscaras de café, no son más que la cascarilla seca que cubre la fruta del café. Se caracterizan por contener bajos niveles de cafeína, mientras que su sabor resulta ser más intenso que el de los granos. Esto le va de maravilla a los productores, consumidores e incluso para el planeta, debido a que, se está aprovechando un 100% libre de residuos y, además tiene increíbles propiedades.
¿Pero qué ocurre cuando no se utiliza para hacer infusión? Pues lo bueno es que no van a parar al basurero, sino que, le buscan otro uso y consiste en funcionar como abono. También son desechadas, en vías fluviales, aunque hacen esto pensando en que no afectarán las hidrovías, la realidad es que terminan por ensuciar de cierta forma a estos ríos. Debido a que, no forma parte de una técnica de conservación. Pero frente a los altos niveles de producción de café, los desechos de cáscaras se convierten en una ineficiencia en la agricultura.
En relación a su sabor, además de ser bastante intensa resulta ser exquisita. Entre sus beneficios, destaca por ser un excelente antioxidante. En resumen, los caficultores ven en las cáscaras de café, una nueva e interesante manera de generar ingresos extras.
¿Qué es lo más difícil para poder comercializarla? Convencer al público de que se trata de un producto de calidad, natural, libre de contaminantes y delicioso. Lo importante es resaltar todos sus aspectos positivos, para que la primera impresión sea más que acertada. Puede que conseguirla, signifique todo un reto, jamás dejará de ser una de las opciones derivadas del café más sostenibles.
La cáscara y el café ¿son del todo diferentes?
A pesar que la cascarilla es un subproducto del café, ambos son completamente distintos. Esto se debe a que las notas que detectamos en una infusión hecha de cáscaras son muy diferentes a las que hallamos en una taza de café.
Vamos a explicarlo mejor. En las cascarillas conseguimos sabores frutales. Hay quienes asemejan su sabor con el de los frutos rojos. Mientras que el café, puede variar, ya que en ocasiones conseguimos tazas con notas achocolatadas, otras cítricas y otras florales.
¿Qué beneficios aporta?
A pesar de que se está convirtiendo en uno de los productos más consumidos, su amplia lista de beneficios continúa siendo investigada. Pero esto no quiere decir que, aún no conozcamos algunos, de hecho, tal como lo detallamos algunos párrafos más arriba, las cáscaras de café, son una excelente carga de antioxidantes para nuestro organismo.
Al provenir de la misma planta de cafeto, y de cubrir el fruto de dicha planta, se puede decir que, sus propiedades son similares a las del café. Es decir, que es un aliado a la hora de perder peso, prevenir enfermedades neurodegenerativas, disminuye el riesgo de padecer diabetes, contiene nutrientes esenciales, por nombrar algunos.
Si eres de los que buscan café descafeinado, las cáscaras pueden ser el sustituto perfecto por sus bajos niveles de cafeína.
¿Cómo se consumen las cáscaras de café?
En países como Yemen, Etiopía y Bolivia, la bebida a base de cáscara de café, resulta bastante común. Seguramente te preguntarás ¿se prepara igual en cada país? La respuesta es no, ya que en cada región tienen una manera distinta de consumirlo.
Por ejemplo en Yemen, específicamente en Qishr, la cascarilla suele mezclarse con una gran cantidad de azúcar y jengibre. Incluso en algunas ocasiones añaden cinamomo. Son bastante populares, debido a que, resultan ser muy económicas. En Etiopía, tienen una manera diferente de prepararlas, puesto a que, proceden a tostar ligeramente una parte del exterior de la cereza. La cual posteriormente, cobra una tonalidad carmesí profundo, acercándose al negro. Mezclan a partes iguales los ingredientes (agua y cascarilla) dando por resultado una bebida oscura, de sabor muy sutil.
En Latinoamérica, la bebida extraída de las cáscaras aporta un sabor afrutado, que deja una agradable sensación en la boca. De hecho, en ocasiones lo llaman el café de los pobres. Vamos a trasladarnos a Bolivia, donde a esta preparación se le conoce como té Sultana, cuya preparación se basa en hacer un tostado ligero en una parte de la cascarilla. Suelen mezclarlo con azúcar y esencias como la canela.
Prepara tus propias cáscaras en casa
Si llegaste hasta este punto, es porque quieres aprender a preparar esta deliciosa y saludable bebida, sin salir de casa. Así que en breve te diremos cómo hacerlo de la manera más sencilla y rápida.
Lo primero que debemos hacer es añadir al menos 11 gramos de cáscaras de café en una taza. Luego vierte 350 ml de agua hirviendo. A tu infusión también puedes colocarle un poco de canela, para darle un toque especial. Por último, deja la bebida reposar durante unos 4 minutos aproximadamente, y extrae los restos de cáscaras (esto es opcional) y listo ha llegado el momento de disfrutar de esta maravillosa bebida.
Como verás, el café y sus derivados seguirán siendo productos increíbles no sólo para nuestra salud, sino también para el medio ambiente.
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