Los más cafeteros sabemos que existe todo un mundo de variedades de café, cada una de ellas con sus características particulares que las hacen únicas. Las más cultivadas y apreciadas por los amantes del café de todo el mundo son dos: el café arábica y el café robusta.
¿Sabes cuáles son las diferencias entre café arábica y robusta? Hablemos de ello largo y tendido y, si es con un café a mano, mucho mejor.
Los cromosomas, una de las diferencias entre café arábica y robusta
Un grano de arábica tiene 44 cromosomas mientras que un grano de robusta cuenta con exactamente la mitad de cromosomas, solo 22.
Con este dato ya es posible hacer una clara diferencia entre las variedades robusta y arábica en cuanto a su complejidad tanto en aromas como en sabor.
El café arábica tiene, por lo tanto, una mayor cantidad de matices, de ahí que sea una de las variedades de café más elegantes y refinadas.
La producción de café
Actualmente, la producción de café arábica ocupa nada menos que un 75% de la producción mundial de café, frente al 25 % restante que ocupa el café robusta.
La altitud de cultivo
La variedad arábica se cultiva a unos 900 o 2000 metros sobre el nivel del mar de manera habitual, mientras que la variedad robusta se cultiva desde el nivel del mar hasta los 900 metros.
Esta variable es una de las más importantes a la hora de poder valorar la calidad de los granos de café ya que es la altitud lo que aporta la acidez al café.
La temperatura de cultivo del café
Otra de las diferencias entre café arábica y robusta hace referencia a la temperatura. Y es que, del mismo modo, debemos saber que al igual que sucede con la altitud de cultivo, la temperatura a la que se cultiva el café también determina su calidad.
De hecho, los cafetales son susceptibles a las bajas temperaturas, por lo que no se pueden cultivar en climas fríos. Concretamente, los granos de café arábica se cultivan a una temperatura de entre los 25ºC y los 15ºC y, en el caso del café robusta entre los 30ºC y los 20ºC como temperatura mínima.
La cafeína
La cafeína es un insecticida natural producido por la planta, que ayuda a mantener alejados a los insectos que puedan perjudicarla. Por ello, y muy relacionada con la temperatura a la que se cultiva cada una de estas dos variedades de café, encontramos que otra diferencia entre arábica y robusta, es su cantidad de cafeína.
En el caso del café robusta, al estar más cerca del nivel del mar y ser propio de un clima tropical, contiene más cafeína que el café arábica.
En concreto, cada grano de café arábica contiene entre 0,8% y 1,4% de cafeína frente al 3% y 7% de los granos de café robusta. De ahí que se recomiende, para aquellas personas que prefieren evitar la cafeína, antes de pasarse al café descafeinado, elegir café arábica y, de ser posible, cultivado en altura.
Por todo ello, también es importante marcar una diferencia entre robusta y arábica a la hora de su resistencia a las plagas. El café robusta cuenta con una mayor resistencia gracias a su porcentaje de cafeína mayor frente a la arábica.
El azúcar
Cada grano de café contiene azúcares que se transforman durante el proceso de tueste. Por ello, dependiendo de la cantidad de azúcar que se cree durante este proceso se diferenciarán no solo en la acidez sino también en la textura.
Por lo tanto, otra diferencia entre café arábica y robusta radica en su cantidad de azúcar. Un grano de café arábica contiene entre un 6% y 9 % de azúcar mientras que el café robusta cuenta con entre un 3% y un 7%, lo que le confiere un sabor bastante más amargo que el arábica.
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Los aceites esenciales
La cantidad que contienen cada una de las variedades de café está relacionada con su intensidad aromática y con la cantidad de crema de café; esa que marca la diferencia de un buen café expreso.
Cuantos más aceites esenciales, más sedosa será la crema que obtengamos por ello, y esta tendrá mayor calidad. Aun así, no significa que la cantidad de crema obtenida marque su sabor o los gustos de cada persona a la hora de disfrutar de un buen café.
El café arábica cuenta con entre un 15% y un 17% de aceites esenciales en cada grano. Sin embargo, en el caso del café robusta encontramos que cada grano de café cuenta con entre un 10% y 12%.
Los antioxidantes de ácido clorogénico
La variedad de café robusta contiene aproximadamente casi el doble de concentración de ácido clorogénico que en el caso del café arábica.
Concretamente el robusta contiene entre un 7 y 10% de antioxidantes frente a un 5,5 y 8% del café arábica. Del mismo modo, es importante saber que ese puede reducirse, en ambos casos, durante el tueste.
La forma
Antes del tueste es mucho más fácil identificar qué tipo de variedad es la que tenemos delante.
El café arábica tiene un grano mucho más delgado y alargado, además de contar con una incisión más curva que el grano de robusta, de aspecto más redondo y cuya incisión hace un corte recto.
El tamaño
Otra de las diferencias entre café arábica y robusta es respecto al tamaño. Y es que el grano de café arábica mide entre 8 y 12 mm mientras que el robusta entre 5 y 8 mm.
El sabor
Ahora que comprendemos y sabemos las diferencias más claras entre los tipos de café y cómo afecta su complejidad a la hora de crear matices, encontramos que la variedad de café arábica cuenta con un abanico mayor de sabores, como toques cítricos, achocolatados, toques semejantes a los frutos secos o rojos e incluso aromas florales o frutales.
Por el contrario, el café robusta ofrece sabores terrosos y a madera.
La molienda
Los granos de café robusta necesitan de una molienda más fina debido a que sus granos son mucho más robustos y duros que los granos de café arábica. Por lo tanto, a la hora de realizar un espresso obtendremos una crema mucho más gruesa y con un sabor más amargo.
En el caso del arábica, la crema resultante del espresso tendrá una textura más sedosa, dulce y ligera. Esto lo hace más agradable para muchos paladares.