El café escocés o irlandés es uno de los favoritos tanto de los más golosos como de aquellos que buscan calentarse un poco el cuerpo en los días más fríos gracias a ese toque de whisky por el que se caracteriza.
Sin embargo, aunque en muchos sitios ambos se entienden como una sola receta, sus orígenes son muy distintos. Actualmente, pedir un café irlandes o un café escocés suele llevar a lo mismo en la mayoría de establecimientos, y es que las recetas de ambos se han terminado aunando en una sola en que lo importante es que estamos hablando de un café con whisky. Con whisky escocés o irlandés, a ser posible, si nos ponemos puristas.
En Incapto vamos a contarte qué lleva el café escocés e irlandés y su receta. ¡Toma nota!
Qué es el Café Escocés o Irlandés
Pero entonces, ¿qué lleva el café irlandes? Se trata de un café, preferiblemente espresso, al que se añade whisky irlandés, que se puede flambear si se quiere rebajar un poco su contenido en alcohol. A estos dos ingredientes bases se añade después crema de leche, que en los establecimientos actuales más normales se suele sustituir por nata por ser más sencilla de preparar.
Si hablamos de la receta del café escocés, en cambio, estamos hablando de café expresso y whisky de nuevo, aunque esta vez escocés, y en lugar de nata contaremos con helado de vainilla.
Ambas recetas comparten su contenido en whisky de regiones conocidas por este producto, pero tienen orígenes bien distintos. El café irlandés fue inventado nada menos que en 1942, cuando entre Irlanda y EEUU se daban los vuelos de los llamados flying boats, unos vuelos increíblemente largos de más de 18 horas de duración.
Estos eran excepcionalmente pesados y además muy fríos a veces. Debió ser en uno de estos días particularmente gélidos cuando al jefe de cocina del restaurante Port Foynes, el chef Joe Sheridan, le vino un momento de iluminación y decidió añadir whisky a los cafés que servía para ayudar a aquellos viajeros hartos de viaje y de frío a entonar un poco el cuerpo. La receta debió tener una acogida impresionante, porque aún hoy perdura.
De dónde viene el café escocés: su origen
Para encontrar los orígenes del café escocés, en cambio, debemos remontarnos a la Leópolis (Lwów por aquel entonces) de la década de 1920, en Ucrania. En aquella época la ciudad reunía una gran cantidad de mentes privilegiadas, en especial en este caso, en el campo de las matemáticas.
El grupo de matemáticos solía reunirse los sábados en la Universidad, en unas reuniones que solían extenderse luego en alguno de los cafés cercanos, donde nada sorprendentemente, solían surgir los avances más relevantes.
El Café Escocés acabó siendo su lugar de reunión favorito, y la receta debió tener gran éxito entre aquellos pensadores dedicados en cuerpo y alma al cálculo.
Receta de Café Escocés o Irlandés
Ahora que conoces todo lo que necesitas saber sobre qué es el café escocés e irlandés, te vamos a enseñar cómo hacerlo. Te sorprenderá ver que utilizando ingredientes de calidad, como los mejores granos de café y el exquisito whisky escoces, puedes prepararte en casa un delicioso café escocés. Sorprende a tus amigos y familiares con un momento dulce con ese adictivo amargor del café.
Preparar un buen café escocés que lleva como base whisky, a ser posible escocés, y café natural de la mejor calidad como el que te ofrecemos en Incapto, puede ser solo cuestión de gustos. Sin embargo, aquí te dejamos unos cuantos ejemplos de como hacer un café escoces para que elijas el que más te guste:
Café escocés con helado de vainilla
Ingredientes para 1 persona: 40 ml de whisky (escocés o irlandés), 120 ml de café (puede ser expreso, de cafetera italiana o de prensa francesa), 60g helado de vainilla y toppings para decorar.
Lo primero es elegir donde queremos presentar nuestro café. Se recomienda hacer uso de una taza grande o un vaso largo de cóctel para que todos los ingredientes se vean bien diferenciados y el espacio no sea un problema.
A continuación, añadimos en primer lugar el whisky y, a continuación, el café recién hecho. De hecho, sería ideal calentar la mezcla un poco para flambear y así mejorar su sabor. Ya, dependiendo de gustos podemos añadirle un poco de edulcorante, ya sea azúcar o stevia, para darle un toque aún más dulce.
Con la infusión ya preparada se le añade el helado de vainilla y para que la presentación quede ya completamente espectacular puedes aportar unos toppings como almendra o avellana picada, una galleta o un barquillo para coronar el helado. Acompañalo con una cuchara larga o de postre para los más golosos.
Café irlandés con crema de leche
Ingredientes para 1 persona: 80 ml de café, 40 ml de whisky, 40 ml de crema de leche (o nata batida en su defecto), 15 g. de azúcar (blanquilla o moreno al gusto) y canela o cacao en polvo para decorar.
Una vez hayas elegido el recipiente, recomendamos una copa larga y amplia para que todos los ingredientes queden definidos y en capas, calentamos un poco de agua solo para calentarlo. Con la copa ya caliente vertemos el café y, a continuación, en un recipiente aparte calentamos el whisky con el azúcar. También puede flambearse, pero, de nuevo, es cuestión de gustos.
Después preparamos la crema batida o nata montada. Recuerda que si decides utilizar nata es preferible que está haya estado en la nevera unas horas antes para facilitarlo. Utilizaremos una barilla para hacerlo manual o una batidora para montar a la velocidad mínima. Un truco para ayudar a que esta se monte más rápido es añadirle un poco de azúcar.Para la presentación se quita en primer lugar el agua que ha estado calentando la copa previamente para añadir después el café, el whisky y la crema de leche; todo en este orden. Para finalizar puedes decorarlos con canela o cacao en polvo al gusto. Y, si te apetece darle un toque aún más único, coloca unos cuantos granos de café sobre la crema de leche o la nata. ¡A disfrutar!
Recuerda que con un café de especialidad se pueden conseguir mejores matices y un acabado más bueno.