Impacto ambiental de las cápsulas de café

15 julio 2020

Gran parte de la población mundial, arranca sus mañanas con una buena taza de café. ¿Cómo no hacerlo, si es la segunda bebida más consumida? Pero, ¿todos realmente hacemos un consumo responsable? La respuesta es NO. Esto se debe a que la mayoría se inclina por las cápsulas de café. Pues sí, ese producto que ven como algo práctico, sencillo de preparar, realmente es un poderoso contaminante ambiental.

Por si no sabías, las cápsulas de café aparecieron por primera vez en España en el año 2000. Su popularidad fue tal que, para el 2017 el Instituto Nacional de Estadística (INE) incluyó las monodosis en la lista de los productos más consumidos.

Lo índices de consumo, no es lo más sorprendente aquí, debido a que muchos de estos consumidores, no tienen idea que los fabricantes esconden información sobre su contenido. Empezando por los verdaderos niveles de azúcares, cantidad de cafeína inexacta y sus evidentes impactos negativos contra el medio ambiente.

En esta oportunidad, Incapto Coffee, se encargará de compartir datos interesantes sobre las cápsulas. Con el objetivo de promover el consumo de un producto tan natural como el café recién molido. Sí, ese mismo que beben nuestros padres y abuelos, que impregnan ese adorable olor por todo el lugar, y al mismo da por resultado una taza vibrante y deliciosa.

¿Cuántas cápsulas de café se producen al año?

Como fiel seguidor de la segunda bebida más consumida en el mundo. Debes estar al tanto que a diario se consumen un total de 2.250 millones de tazas. Incluso doblega al té. Pero te podemos asegurar que, quedarás boquiabierto cuando te enteres que cada minuto se producen 39 mil cápsulas en todo mundo. De las cuales 13.500 y 29.000 son depositadas en la basura. Esto da un total de 20 mil millones de monodosis cada año ¡Vaya cifra!

De hecho, algunos especialistas aseguran que si colocan una al lado de la otra, podrían darle la vuelta al mundo ¡14 veces! Según con el banco cooperativo Rabobank, las ventas de las monodosis de café incrementaron un 26% en las últimas décadas. Superando hasta ocho veces las demás modalidades de preparación. Un estudio publicado por Kantar Worldpanel, revela que las cápsulas de café desplazarán al molido y soluble.

Reciclaje de las cápsulas

¿De qué materiales están hechas?

La preocupación de los ecologistas no se debe únicamente a su consumo. Pues, el problema se centra en el material con el que están hechas. Resulta que la mayoría de las cápsulas de café, están hechas a base de aluminio y plástico. Cuentan con una capa de aluminio, la cual se encuentra recubierta por una película interna de plástico. Que se encarga de aislar el café.

Por otra parte, también podemos hallar cápsulas de plástico y hasta de papel. Este último, se utiliza un papel como filtro muy parecido al que usamos en las cafeteras tradicionales.

Cómo sabrás, el aluminio ha sido tema de debate por muchos años. Incluso un especialista en la materia afirma que dicho material no es inocuo. Es decir que, no causaría daños al consumidor al momento de prepararlo o ingerirlo. Pero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) le atribuye los problemas neurotóxicos a su consumo excesivo. En pocas palabras, el aluminio no es cancerígeno.

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Barcelona, indica que esta clase de productos contienen furano. Un compuesto orgánico tóxico que puede formarse a consecuencia de la reacción Maillard. Esto ocurre durante el proceso de tratamiento térmico de ciertos alimentos y bebidas. Lo que hace que las cápsulas de café, se conviertan en algo cancerígeno si una persona las consume en exceso. Por ejemplo, si ingiere un total de 20 tazas al día, según la opinión de varios expertos.

Os dejamos algunos de los estudios en los que se afirma que el furano se presenta de forma natural en el tueste del café, pero los alimentos en conserva, como las cápsulas de café, evitan que estos compuestos volátiles escapen, de manera que una vez que el café se extrae por inyección de agua los furanos acaban en la taza.


https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-7-2011-004228_ES.html

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0023643819310606?via%3Dihub

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0308814621008128?via%3Dihub

Cápsulas de café

¿Las cápsulas de café pueden reciclarse?

Desafortunadamente, las monodosis de café pueden tardar hasta 100 años en degradarse por completo. Esto se debe a su material a base de aluminio y plástico. Que además de no separarse de su contenido como el resto de los envases convencionales. En ellas suelen quedar restos orgánicos, lo que dificultan aún más su posible reciclaje.

Otra de las cosas que hacen este tipo de productos una amenaza para el planeta, se debe al reciclaje incorrecto. Debido a que la mayoría de las personas no tienen el tiempo o el interés de colocar las cápsulas vacías en los recipientes adecuados.

El impacto ambiental que tienen las cápsulas de café es de tal magnitud, que incluso el creador de monodosis K-cup, John Sylvan, se arrepiente de su invento. En varias ocasiones ha confesado que las dejó de utilizar por su elevado precio. Al mismo tiempo, también se encarga de aclarar que las cápsulas de café son difícilmente reciclables y que se trata de pura estrategia publicitaria de los fabricantes asegurarle al público que sí es posible.

¿Existen las cápsulas biodegradables?

Una solución a este problema ambiental puede ir de la mano con la fabricación de las cápsulas biodegradables. Cafés Novell, es una de las empresas encargadas de lanzarlas al mercado. Sus monodosis son compatibles con las cafeteras Nespresso. Ante la creciente ola de concientización por parte de muchos consumidores. Esta empresa catalana pretende vender un total de 500.000 unidades al año. Para sorpresa de muchos, se pueden desintegrar entre uno y tres meses.

A ellos también se unieron la empresa Halo. La cual fue fundada por un exdirectivo de Nespresso y, en vista del daño que ha causado este producto al medio ambiente, decidieron ofrecer cápsulas de café 100% sostenibles. Una idea que surge luego de confirmar que cada año más de 20.000 millones de monodosis terminan siendo lanzadas a los vertederos.

Las cápsulas biodegradables Halo, tardan al menos unos 90 días desintegrarse por completo. Su filosofía como marca cafetalera es llevar al mercado un que sea bueno para el planeta. A pesar que su apariencia no sea la más atractiva.

¿Qué materiales utilizan?

Para que pueda darse la desintegración, optan por el plástico biodegradable, con el cual se fabrican cada una de las cápsulas. Hacemos referencia al Ecovio, un material diseñado por la empresa alemana Basf, que se dedica a la elaboración de esta clase de productos. Estos usan un poliéster llamado Ecoflex, así como el biopolímero PLA, hecho con almidón de maíz.

El proceso es el siguiente: Un papel reciclable cubre en su totalidad la parte exterior de la cápsula. Mientras que el interior se encuentra el plástico biodegradable. La estructura suele unificarse gracias a un adhesivo compostable llamado EpotalEco, otra de las grandes creaciones de Basf. Con esto se evitaría factores como la humedad, luz y el oxígeno, que a la larga serían perjudiciales para el producto.

En el caso de otras empresas. Han decidido fabricar sus bio-cápsulas con fibras vegetales. Cuya procedencia es 100% sostenible. Lo que hace que a los seis meses se desintegran a través de un compost industrial.

Cápsulas biodegradables

Mitos y realidades de las cápsulas biodegradables

Son muchas las especulaciones que rodean las cápsulas de café biodegradables. Incluso algunos se han llegado a preguntar ¿Realmente son buenas para el medio ambiente? Por fortuna, Incapto Coffee, se encargará de revelar ciertos datos que te ayudarán a saber un poco más sobre este producto.

Lo primero que debes saber es que, las monodosis ecológicas, es solo una estrategia de marketing. Puesto a que, no son del todo orgánicas, lo que las hace nada favorecedoras para el cuidado de nuestro planeta. Este es uno de los mitos principales sobre estas.

Una fuerte realidad que acaba con su imagen sostenible, es que son más e igual de contaminantes que las de aluminio y plástico ¿Por qué? Todo apunta a su proceso de fabricación. Resulta que, producirlas requiere de mucha energía tanto para hacer el material, envasar el café y el compostaje.

¿Recuerdas que muchas empresas aseguraron que podían desintegrarse poco a poco? Lo cierto es que esto no será posible si dichos productos no llegan a una planta especializada en compostaje. Para que se cumpla ese mito que nos hacen creer la mayoría de los fabricantes, las cápsulas deben ser tratadas para que así se cumpla tal proceso. Ahora nos preguntamos ¿Cuántas de estas bio-cápsulas no se tiran al container de basura?

Como sabrás, el objetivo principal de Incapto Coffee, es promover el café natural. Creemos que es momento para hacer ese recordatorio, debido a que estas monodosis no tienen la misma calidad que unos granos recién molidos, incluyendo su sabor y aroma.

Lo que sí es cierto es que la farsa que está detrás de las cápsulas biodegradables salió a flote y se ha degradado antes que ellas. Es por eso que, como marca cafetalera y fieles promotores del cuidado ambiental, invitamos a la humanidad a evitar este tipo de productos y decantarse por aquellos naturales y libre de contaminantes.

¿Qué hay detrás de las cápsulas de café?

Lo que nadie sabe es que la mayoría de las empresas, encargadas en la venta de monodosis de café, aplican lo que se conoce como “greenwashing” (lavado-verde). En pocas palabras son fieles a las estrategias publicitarias para limpiar su imagen. Por ejemplo, muchas de estas marcas aseguran que ofrecen cápsulas de calidad, naturales y libres de contaminantes. Cuando la realidad es que son una fuerte amenaza contra el planeta y no tienen las mismas propiedades que un café natural y recién molido.

Para explicarlo mejor, ponemos como ejemplo el caso de Nespresso, una empresa de importante posicionamiento dentro de la industria del café, y al mismo tiempo, uno de los fabricantes principales de las monodosis y cafeteras de cápsulas y líder del mercado. Pero un engaño publicitario los pone entre la espada y la pared. Según esta marca, pretenden acabar con esos materiales contaminantes, sin embargo, es todo lo contrario, siguen dándole al mundo este producto tan dañino.

La empresa para defenderse y cuidarse las espaldas, afirma que con el tiempo las cápsulas podrán reciclarse. Una acción que se aplicaría en cada uno de los países donde operan ¿Lo logrará?

Por otra parte, el contenido real de cafeína es otra de las grandes trampas. Un especialista en la materia comprobó que  las cápsulas de café de Nespresso, difieren notablemente en la cantidad de cafeína.

Se verificó que mientras más grande eran, mayores eran los niveles de cafeína. Es por ello que recomiendan no guiarse de los contenidos de intensidad de cafeína que dicha empresa coloca en cada uno de los empaques de las cápsulas de café. Esto no solo podría aplicarse a Nespresso, sino también al resto de los productos comerciales de café soluble. al igual que con los suplementos nutricionales.

Fuente:

5 ejemplos de greenwashing

La mentira sobre los bioplásticos